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Eso no estaba en mi libro de historia del periodismo, de BielsaGibaja, José Manuel. Historia Editorial Almuzara, tapa blanda en español, 2022

  • Año de publicación: 2022
  • Tapa del libro: Blanda
  • Género: Derecho, política y ciencias sociales.
  • Subgénero: Historia.
  • Número de páginas: 336.
  • Dimensiones: 150mm de ancho x 240mm de alto.
  • Peso: 480g.
  • ISBN: 9788418952531.

Sin stock

Características principales

Título del libro
Eso no estaba en mi libro de historia del periodismo
Serie
Historia
Autor
BielsaGibaja, José Manuel
Idioma
Español
Editorial del libro
Almuzara
Tapa del libro
Blanda
Año de publicación
2022

Otras características

  • Cantidad de páginas: 336

  • Altura: 240 mm

  • Ancho: 150 mm

  • Peso: 480 g

  • Género del libro: Derecho, política y ciencias sociales

  • Subgéneros del libro: Historia

  • ISBN: 9788418952531

Descripción

¿Y si Gutenberg no hubiera inventado la imprenta? ¿Cómo ayudó la prensa de la época a Jack el Destripador? ¿Cómo nacieron las tertulias radiofónicas? ¿Cómo contó la prensa el naufragio del Titanic? ¿Por qué Francisco de Sales es el patrón de los periodistas? ¿Es verdad que la censura franquista censuró a Franco? ¿Cuál fue el primer juicio mediático en España? ¿Quiénes fueron los primeros «fotógrafos» de lo paranormal? Descubra estas y muchas otras incógnitas que rodean la fascinante historia del periodismo. Desde el día en que Superman se suicidó hasta como el KuKluxKlan manipuló a la prensa para su propio beneficio. Desde las fotos trucadas de Hitler en Hendaya hasta los gatos reencarnados del Daily Telegraph. Con una prosa ágil y mordaz, acudiendo rigurosamente a las fuentes, BielsaGibaja (autor de Y si la Historia nos miente) nos muestra los entresijos más desconocidos del que hemos llamado Cuarto Poder. «Joseph Pulitzer, el editor de periódicos que da nombre al célebre premio que otorga la Universidad de Columbia, un galardón hoy considerado una especie de Nobel en el mundo del periodismo anglosajón, fue editor de una prensa sensacionalista de la peor calidad. Esto era en su momento cosa tan pública y notoria que cuando Pulitzer se ofreció por primera vez en 1892, para financiar una escuela de periodismo e instaurar los premios a las virtudes informativas que hoy llevan su nombre, su entonces presidente Seth Low se negó pensando, quizá, que se trataba de una tomadura de pelo».